En la víspera la policía tuvo que usar la violencia para desalojar a una familia que decía ser dueña de un corralón donde funcionaba un taller de mecánica en Huacho.
Tuvieron que utilizar la fuerza bruta, y a punta de patadas voladoras rompieron el portón de un corralón donde se habían atrincherado los supuestos invasores de un terreno en litigio, en Huacho.
Minutos antes, la policía haciendo cumplir una orden judicial, trató de persuadir a los moradores que abandonen el corralón donde funcionaba un taller de mecánica, pero ellos respondieron arrojando piedras y bombas molotov.
Las bombas lacrimógenas lanzadas por la policía afecto a los niños de las viviendas vecinas, y a los alumnos de un colegio primario.
Luego de varias horas la policía logró desalojar a la familia Morales, que afirma que habita ese terreno desde hace 30 años, señalando que es una herencia de sus abuelos.
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